Frase del libro Yo dejé de fumar: " La prevención, en todas sus facetas empieza por la base"

La prevención en todas sus facetas es una herramienta vital para mantener y promover la salud, tanto en el ámbito laboral como en el ámbito personal y social. Y, sin duda alguna, la base de cualquier estrategia preventiva radica en la educación y formación de las personas desde la niñez y adolescencia.

La prevención desde la infancia y adolescencia permite establecer hábitos saludables desde edades tempranas, fomentar el autocuidado y la responsabilidad individual, así como sensibilizar sobre la importancia de la salud y el bienestar. De esta forma, se pueden prevenir múltiples enfermedades y afecciones relacionadas con hábitos poco saludables, como el consumo de tabaco, alcohol o drogas, la alimentación poco equilibrada o la falta de actividad física.

Asimismo, la prevención desde la infancia y adolescencia también contribuye a prevenir accidentes y lesiones, mediante el fomento de hábitos seguros y el aprendizaje de medidas de autoprotección. En este sentido, es importante que las escuelas y otros entornos educativos promuevan la formación en primeros auxilios y medidas de seguridad en la vida diaria.

Por otro lado, la educación en valores y principios éticos desde la infancia y adolescencia puede contribuir a prevenir situaciones de acoso y violencia, tanto física como psicológica, en el ámbito escolar y posteriormente en el laboral. En este sentido, la promoción de la convivencia pacífica y el respeto a la diversidad contribuyen a generar entornos saludables, tanto física como emocionalmente.

En resumen, la prevención en todas sus facetas empieza por la base, es decir, por la educación y formación de las personas desde la niñez y adolescencia. De esta forma, se pueden establecer hábitos saludables, prevenir enfermedades y accidentes, y contribuir a generar entornos seguros y saludables, tanto en el ámbito personal como en el laboral.